El año pasado, Tierra Austral y los propietarios del Parque La Giganta unieron esfuerzos para proteger permanentemente 228 hectáreas de hermoso paisaje mediante un acuerdo de Derecho Real de Conservación.  La Giganta se encuentra en la comuna de Panquehue, cerca de San Felipe, y comprende el hábitat mediterráneo de mayor prioridad ecológica de Tierra Austral.

Los paisajes chileno-mediterráneos como La Giganta son los más raros, amenazados y menos protegidos del país, y representan un núcleo de biodiversidad mundial que sirve de refugio a un alto número de flora y fauna endémicas.
 
Los propietarios de La Giganta tienen un compromiso firme con la conservación, y también con demostrar que la conservación de la tierra y los usos sostenibles de las mismas para la producción de ingresos son totalmente compatibles. Han establecido un negocio de cactus y plantas suculentas en los terrenos, que se integra con el hábitat mediterráneo protegido.

Ahora, los propietarios están creando un parque en La Giganta, que pronto estará abierto para el disfrute de la comunidad local. Para ayudar a la creación del parque, el equipo de Tierra Austral se trasladó recientemente a La Giganta, para apoyar la visita sostenible, incluyendo mejoras en los senderos y la señalización. Estos avances son posibles gracias al capital inicial administrado por Tierra Austral a través de su Proyecto Boldo-Cantillana, una iniciativa de conservación del territorio chileno-mediterráneo, que se financia con una subvención de la Fundación BHP.

El Programa de Resiliencia Ambiental de la Fundación BHP se creó para promover nuevas formas de conservar y gestionar de manera sostenible los entornos naturales en beneficio de las generaciones futuras. Hacemos esto mediante la inversión en proyectos a gran escala que tienen como objetivo optimizar la valoración del medio ambiente, mejorar la planificación de la conservación y compartir los aprendizajes con los demás.

El Proyecto Boldo a Cantillana está avanzando en la protección de un corredor natural de 930.000 hectáreas, situado en el Valle Central de Chile, que se extiende desde la capital, Santiago, hasta la ciudad turística de Zapallar, en la costa del Pacífico, con el objetivo de crear vínculos de hábitat críticos entre la Cordillera de la Costa y la de los Andes. El proyecto contribuye al objetivo nacional de Chile de proteger aproximadamente el 30 por ciento de sus ecosistemas para el año 2030.

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